Impresionantes los Meros de la Azores
Espectacular, no cabe otro apelativo mejor que este para resumir en una sola palabra este viaje.
Solo pudimos pescar 2,5 días dado que una de las salidas programadas hubo que anularla por viento y olas.
El primer día llegamos a la isla a las 17h y fuimos a pescar desde las 18h hasta las 21h, el mar estaba como un plato y repleto de estorninos (una especie de caballa de aproximadamente 1kg) las picadas no dejaban de sucederse entre las caballas y las barracudas pero cuando empezó a bajar el sol llegaron las sorpresas, un pargo de 4kg, una anjova de 6kg y un mero de 22kg. Todo con jig y con vinilos.
Esto ya nos había puesto el listón bastante alto, pero al día siguiente seguían saliendo piezas competentes nada más comenzar con las cañas de spinning y los minijig 2 listados de 4 y 3 kg nos dieron los buenos días, ya con el ánimo levantado, nos fuimos a otros bajos y tras múltiples pasadas ya teníamos a bordo un jurel canario de unos 4kg, una anjova de 6kg y 3 meros de 18, 15 y 12 kg respectivamente uno salió con vinilo otro con un kabura y otro con un jig. Los estorninos y las barracudas no las contamos porque salían una tras otra.
Día de descanso, turismo por la isla comida prolongada, cervecitas y comentar lo de los dos días anteriores que tenía mucho que contar.
Ultimo día salimos directamente para los bajos del ultimo día allí al poco de comenzar subimos la primera pieza sin contar los estorninos ni las barracudas, un mero de 13 kg y una anjova de 7 kg, parecía que ya no querían picar más y decidimos cambiarnos y tras intentarlo en unos cuantos bajos otro mero de 11kg, tras las celebraciones oportunas seguimos buscando porque estaba interesado en sacar alguna serviola a spinning y al final dimos con ellas no eran muy grandes pero con una caña finita se disfruta como si fuesen enormes 3 serviolas (o lirios como los llaman allí) de 3kg cada una, solo nos quedaba pasar por un par de bajos antes de retirarnos, allí sacamos más estorninos, más barracudas y una anjova de 5kg.
Ese día por la noche nos invitó a cenar el patrón del barco, uno de los meros y como siempre su mujer lo preparo exquisito.
Este ha sido el viaje en el que más meros hemos sacado, el problema será que cuando volvamos querremos que se repita y será difícil.
Os dejo una galería de fotos de esta salida.
Lo mejor la compañía! Para la próxima hay que llevar abrebotellas que es más importante que la cámara de fotos o las cañas
O eso, o aprendemos a abrirlas con los dientes.